sábado, 19 de enero de 2013

Vida y Obra de MELANIE KLEIN


Vida y Obra de Melanie Klein






Presentaré a continuación una biografía de mi psicoanalista favorita Melanie Klein, en donde se muestra la historia de vida de Klein y podrán comprender cuales fueron sus motivaciones personales para hablar de posición esquizoparanoide-depresiva, envidia, gratitud, odio y reparación, sin duda una biografía que nos deja ver a una Melanie más humana y no la mujer de hierro que nos presentan en las universidades, espero que la disfruten tanto como yo.

Nacida Reizes (1882-1960) Psicoanalista inglesa

Melanie Klein fue la principal guía intelectual de la segunda generaciónpsicoanalítica mundial. Ella dio origen a una de las grandes corrientes delfreudismo (el kleinismo) y, gracias a Ernest Jones, que la llevó a GranBretaña, contribuyó a la expansión considerable de la escuela inglesa depsicoanálisis. Transformó profundamente la doctrina freudiana clásica, y nosólo creó el psicoanálisis de niños, sino también una nueva técnica de la cura ydel análisis didáctico, lo cual la convirtió en jefa de escuela. Su obra,compuesta esencialmente por una cincuentena de artículos y un libro (El psicoanálisisde niños), ha sido traducida a unos quince idiomas y reunida en cuatrovolúmenes. A ellos se suma una autobiografía inédita y una importantecorrespondencia.  

A Melanie Klein se le han dedicado numerosas obras, entre ellas las de Hanna Segal, una de sus pupilos más fervientes al lado de Wilfred Bion, Herbert Rosenfeld y Donal Meltzer, y la de Phyllis Grosskurth, su biógrafa. En 1991, R. D. Hinshelwood realizó la publicación del diccionario del pensamiento kleiniano.

Melanie Klein nació en Viena el 30 de marzo de 1882, hija de un judíopolaco originario de Lemberg, Galitzia, que se convirtió en médico clínico alprecio de una ruptura con padres tradicionalistas, y de una judía eslovaca,cuya familia, erudita y cultivada, era dominada por un linaje de mujeres.Melanie fue el cuarto vástago, poco deseado, de esa pareja que se entendía poco.Cuando a su vez se convirtió en madre, siguió sufriendo en su vida privada lasintrusiones de Libussa, su propia madre, personalidad tiránica, posesiva ydestructora.

La juventud de Melanie Klein estuvo marcada por una serie de duelos, muyprobablemente responsables del sentimiento de culpa cuyas huellas se encuentranen su obra teórica.
Melanie tenía 4 años cuando su hermana Sidonie murió de tuberculosis ala edad de 8; tenía 18 años cuando desapareció el padre, físicamente disminuidodesde mucho antes, dejándola sola frente a la madre; tenía finalmente 20 añoscuando murió, agotado por la enfermedad, las drogas y la desesperación, suhermano Emmanuel, quien ejercía una fuerte influencia sobre ella y al cualestaba ligada por una relación de acentos incestuosos. Phyllis Grosskurthobserva que Melanie se casó poco después de ese deceso, del que se sentíaculpable, lo cual, añade la biógrafa, "fue probablemente el objetivo deEmmanuel".

Las dificultades económicas que siguieron a la muerte del padre parecen habersido la causa de su renuncia a los estudios de medicina, que había decididorealizar para convertirse en psiquiatra. Esas mismas dificultades explicantambién su matrimonio precipitado, en 1903, con Arthur Klein, un ingeniero decarácter desconfiado que había conocido dos años antes, y del que se divorcióen 1922. En 1910, por insistencia de Melanie, crónicamente depresiva, lapareja, cuyas desaveniencias eran mantenidas por las incensantes intervencionesde Libussa, se estableció en Budapest. 

En 1914 murió la madre y nació el tercervástago, Erich Klein (futuro Eric Chyne), a quien Melanie analizaría, lo mismoque a Hans y Melitta, el hermano y la hermana mayores. Pero ese año de 1914 fuetambién el de su primera lectura de un texto de Sigmund Freud, Sobre elsueño, y de su primera entrada en análisis con Sandor Ferenczi.

Muy pronto Melanie Klein comenzó a participar en las actividades de laSociedad Psicoanalítica de Budapest, de la que se convirtió en miembro en 1919.Antes, el 28 y 29 de septiembre de 1918, bajo la presidencia de Karl Abraham,en esa ciudad, que Freud consideraba el centro del movimiento psicoanalítico,se había reunido el V Congreso de la International Psychoanalytical Association(IPA). Ésa fue la primera vez que Melanie Klein vio a Freud: lo escuchó leer enla tribuna su comunicación "Nuevos caminos de la terapiapsicoanalítica" y, fuertemente impresionada, tomó conciencia de su deseode dedicarse al psicoanálisis. 

En 1919, impulsada por Ferenczi, presentó en laSociedad Psicoanalítica de Budapest su primer estudio de un caso, dedicado alanálisis de un niño de 5 años, que en realidad era su propio hijo Erich. Unaversión refundida de esa intervención, en la cual enmascaró la identidad deljoven paciente llamándolo Fritz, se convirtió en su primer escrito, publicadoen el Internationale Zeitschrift für Psychoanalyse. Un año después, unatercera versión de ese mismo trabajo apareció en lmago:
"El niño del que se trata, Fritz, es hijo de miembros de mi familiaque habitan en mi vecindad inmediata. Esto me ha permitido encontrarme amenudo, de modo natural, cerca de él. Además, como la madre sigue todas misrecomendaciones, puedo ejercer una gran influencia sobre la educación de suhijo."

El terror blanco y la ola de antisemitismo que se abatieron sobreBudapest después del fracaso de la dictadura comunista de Bela Kun (1886-1937)obligaron a los Klein a dejar la capital, y después a exiliarse. En 1920Melanie Klein participó en La Haya en el Congreso Internacional de la IPA. Allíconoció a Hermine von Hug-Hellmuth y, sobre todo gracias a la recomendación deFerenczi, a Karl Abraham. Éste, con la ayuda de Max Eitingon, acababa de fundarel famoso Policlínico del Berliner Psychoanalytisches Institut (BPI), donde seatendía a numerosos pacientes traumatizados por la guerra. Atraída por lapersonalidad de Abraham y la vitalidad del grupo de analistas que lo rodeaba,Melanie Klein se instaló en 1921 en la capital alemana. Un año después pasó aser miembro de la Deutsche Psychoanalytische Geselischaft (DPG) y, enseptiembre de 1922, asistió al VII Congreso de la IPA, en cuyo transcursoparticipó en las primeras escaramuzas sobre la cuestión de la sexualidadfemenina, después de la impugnación de las tesis freudianas por Karen Horney.

A principios de 1924, Melanie Klein emprendió un segundo análisis conKarl Abraham, de quien iba a tomar algunas ideas para desarrollar su propiaperspectiva sobre la organización del desarrollo sexual. En abril, en el VIIICongreso de la IPA en Salzburgo, presentó una comunicación muy discutida sobreel psicoanálisis de niños pequeños, en la cual comenzó a cuestionar ciertosaspectos del complejo de Edipo. Respaldada por Abraham, también contó con elapoyo de Ernest Jones, el cual, seducido por ese discurso contestatario, llegóincluso a intervenir ante Freud para que éste prestara atención a esasdeclaraciones de acentos heréticos. El 17 de diciembre del mismo año, Melanieviajó a Viena para leer una comunicación sobre el psicoanálisis de niños en laWiener Psychoanalytisches Vereinigung (WPV): allí enfrentó directamente a AnnaFreud. A partir de ese momento se abrió el debate sobre qué debía ser elpsicoanálisis del niño: una forma nueva y mejorada de pedagogía (posicióndefendida por Anna Freud), o (como lo sostenía Melanie Klein) el lugar de laexploración psicoanalítica del funcionamiento psíquico desde el nacimiento.

En Berlín, Melanie Klein se hizo amiga de Alix Strachey, que tambiénestaba en análisis con Abraham. Con la ayuda de su esposo, James Strachey, quese había quedado en Londres, Alix introdujo a Melanie en la BritishPsychoanalytical Society (BPS). Gracias también al apoyo de Ernest Jones,Melanie pudo dar una serie de conferencias en Londres, en julio de 1925. Esa estadaen Inglaterra le encantó, al punto de despertar en ella el deseo deestablecerse al otro lado de la Mancha, deseo que iba a realizarse mucho antesde lo que ella imaginaba, en razón de la muerte de Karl Abraham en diciembre de1925. Por pedido de Jones, que la invitó a pasar un año en Inglaterra, MelanieKlein dejó Berlín en septiembre de 1926. Esa instalación londinense marcó dehecho el inicio de las hostilidades entre la escuela vienesa y la escuelainglesa: a pesar de los esfuerzos de Jones para convencerlo de que las tesiskleinianas se inscribían en la lógica de las suyas, Freud, que quería respaldara Anna, puso de manifiesto un descontento creciente.

En Londres, Melanie Klein experimentó con sus teorías tomando enanálisis a los hijos perturbados de algunos de sus colegas: por ejemplo el hijoy la hija de Jones. Su personalidad invasiva suscitaba pasiones y rechazos a sualrededor. En marzo de 1927 Anna Freud leyó una comunicación ante el grupoberlinés de la DPG: se trataba en realidad de un ataque en regla contra lastesis kleinianas en materia de análisis de niños. En mayo de ese mismo año, lasideas de Anna fueron discutidas en Londres en el marco de un simposio sobre elpsicoanálisis de niños. Hubo críticas, y Freud se irritó. El diferendo entrelas dos mujeres no cesó de intensificarse; se refería sobre todo a laoportunidad del análisis del niño: parte integrante de la educación general detoda criatura, según Melanie Klein, o sólo necesario si manifestaba unaneurosis, a juicio de Anna, quien además circunscribía ese análisis a laexpresión del malestar de los padres, mientras que Melanie Klein autonomizaba ala criatura, tanto en su demanda como en la cura.

En septiembre de 1927, en el X Congreso Internacional organizado en Innsbruck,el conflicto adquirió amplitud: Klein presentó una comunicación, "Losestadios precoces del conflicto edípico", en la cual expuso susdesacuerdos con Freud sobre la ubicación en el tiempo del complejo de Edipo,acerca de sus elementos constitutivos, y en cuanto al desarrollo psicosexual diferenciadode varones y niñas. En octubre, con el apoyo y la confianza renovados de Jones,Melanie fue aceptada como miembro de la BPS.

En enero de 1929 tomó en análisis a un niño autista de 4 años, hijo deuno de sus colegas de la BPS, al cual denominó Dick. Muy pronto advirtió queDick presentaba síntomas desconocidos para ella. No expresaba ninguna emoción,ningún apego, y no se interesaba en el juego. Para entrar en contacto con él,puso dos trenes lado a lado, y designó al más grande como "tren-papá",y al pequeño como "tren-Dick". Dick hizo deslizar el tren que llevabasu nombre, y le dijo a Melanie: "¡Corta!" Ella desenganchó lavagoneta del carbón, y el niño la guardó entonces en un cajón, exclamando:"¡Se fue!" El historial se hizo tanto más célebre cuanto quedemostraba que los propios psicoanalistas podían no brindar a sus hijos el amorque éstos esperaban de ellos.
Dick siguió en análisis con Melanie Klein hasta 1946, a pesar de unainterrupción durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando lo conoció PhyllisGrosskurth, él ya tenía unos 50 años, y nada que ver con el niño encerrado ensí mismo de antaño. Era incluso francamente hablador.

En 1932 Melanie Klein publicó su primera obra de síntesis, El psicoanálisisde niños, en la cual expuso el armazón de sus futuros desarrollos teóricos,sobre todo el concepto de posición (posición esquizo-paranoide/posicióndepresiva), así como su concepción ampliada de la pulsión de muerte. Pero esemismo año, que aparentemente iniciaba para ella un período de calma institucional,su vida privada se vio perturbada por conflictos que, unos años más tarde,tendrían graves repercusiones en su vida profesional. Su hija MelittaSchmideberg, casada con Walter Schmideberg, un pariente de los Freud y deFerenczi, se convirtió en analista. Sin advertirlo, Melanie había repetido consu propia hija el comportamiento de Libussa. Melitta tomó distancia respecto deMelanie en el curso de su reanálisis con Edward Glover. Muy pronto sería públicamenterespaldada en esa actitud por su analista, quien no vaciló en aprovechar las tensionesfamiliares para reforzar sus propias posiciones teóricas frente a Melanie.

A partir de 1933, Melanie Klein, que sufría los ataques incesantes deGlover y Melitta, vio con terror la llegada a Londres de los analistas vienesesy berlineses que huían del nazismo. Le confió a Donald Woods Winnicott que, enla instalación de esos refugiados que eran en su mayoría hostiles, presentía lainminencia de un "desastre". Unos meses después del arribo de los Freuda Londres, las hostilidades estallaron efectivamente. En julio de 1942, latensión en el seno de la BPS llegó a un punto crítico. Mientras Londres estabasiendo bombardeada, se tomó la decisión de realizar reuniones para discutir lospuntos de desacuerdo científico y clínico. Así se inició el período de lasGrandes Controversias, inaugurado por un ataque en regla de Edward Glovercontra la teoría y la práctica de los kleinianos. Ernest Jones, en quienMelanie Klein creía tener un aliado fiel, se eclipsó a menudo de un escenarioen el que los actores eran esencialmente mujeres, unas agrupadas alrededor deMelanie, y las otras en torno a Anna Freud. Los enfrentamientos fueron de talintensidad que Donald Woods Winnicott, partidario de Melanie, una noche tuvoque interrumpir los debates para señalar que estaban en medio de un bombardeo,y era urgente ponerse a resguardo.

En noviembre de 1946, después de interminables negociaciones marcadassobre todo por la renuncia de Edwar Glover, se llegó a un ladys agreement -nosiempre respetado-, como resultado del cual se institucionalizó una particiónde la BPS entre kleinianos, annafreudianos e Independientes.

En 1955, Melanie Klein, que no había perdido nada de su dinamismo y suagresividad, intervino de una manera también estruendosa en el Congreso de laIPA en Ginebra, presentando una comunicación titulada "Un estudio sobre laenvidia y la gratitud", en la cual desarrollaba el concepto de envidia,articulado como extensión de la pulsión de muerte, a la cual ella le daba un fundamentoconstitucional. De tal modo establecía el vínculo con quien ella siempre había consideradosu maestro, Karl Abraham. Y ponía en marcha una nueva controversia que, si bienno tuvo la amplitud de las anteriores, la llevó a una ruptura con Winnicott ycon Paula Heimann (que había sido el más inteligente y feroz de los adversariosde Glover en 1943).

Nunca reconciliada con su hija Melitta, dejando inconclusa unaautobiografía fragmentaria y selectiva, Melanie Klein murió de un cáncer decolon en Londres, el 22 de septiembre de 1960. 

Opinión personal:

Un tanto trágica su vida personal, profesionalmente llena de grandes éxitos y en la cual me atrevo a decir que fue toda una vida que giró en torno a la reparación  constante de sus propios conflictos a través de toda su obra, esta es MELANIE KLEIN, una psicoanalista que después de Freud sigue más vigente que nunca y que ademas logró trascender y dejar su huella en la historia del psicoanálisis

Bibliografía:
- Diccionario de psicoanálisis de Elisabeth Roudinesco 
- Melanie Klein - Hanna Segal
- Klein para principiantes - Robert Hinshelwood

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